Marisol Nuevo. Editora de GuiaInfantil.com
CRIANZA Y COVID-19: Estar confinados en casa puede llevarnos como padres a caer en tendencias de crianza no tan óptimas para el desarrollo de nuestros hijos.
Superprotectores e intromisivos, así son los padres helicóptero, un fenómeno de la sociedad actual que, aunque parezca una cosa rara, está ya entre nosotros, entre amigos y familiares. Los padres helicóptero son los que tienden a sobrevolar por la vida de sus hijos, advirtiéndoles de los posibles peligros, evitando que comentan ciertos errores, subsanando sus meteduras pata y hasta boicoteando su capacidad de elección en cuanto a amistades o parejas cuando son adolescentes.
¿Hasta qué punto somos unos papás helicópteros? ¿Dónde se encuentra el equilibrio entre ayudar a un hijo y protegerlo o sobre-protegerlo? Los psicólogos han establecido tres categorías de padres helicóptero. La primera categoría es la llamada helicópteros de combate. Estos padres son los que se caracterizan por lanzarse en picado y luchar por sus jóvenes. Se trata, normalmente, del padre helicóptero que los administradores y empleados de la escuela encuentran de menor ayuda.
La segunda modalidad corresponde a los padres conocidos como helicópteros de tráfico. En este grupo se encuentran los padres que van guiando a sus niños, les marcan el camino que ellos consideran más adecuado, y les ayudan a tomar las decisiones apropiadas a lo largo de sus vidas. La diferencia entre este helicóptero y el helicóptero de combate es que el helicóptero de tráfico finalmente permite al estudiante seguir su propio camino.
El tercer tipo de padres super-protectores son los que forman el grupo de helicópteros de rescate. La función de este tipo de padres es sacar a sus jóvenes de las situaciones de crisis y llevarlos a lugar seguro, o proporcionarles suministros para que vuelvan a levantarse y a ponerse en pie.
Los padres helicóptero están profundamente dedicados a sus niños y su sentido del deber como padres va mucho más allá de proporcionarles un ambiente y una educación adecuada. Los niños de los padres helicóptero a su vez confían mucho en el criterio de sus padres y consultan siempre con ellos cuando deben tomar una decisión. Algo que choca, sobre todo, a las personas que han vivido una actitud de rebeldía generalizada de los hijos hacia los padres cuando llegaba la adolescencia.
No obstante, sólo cuando los padres dificultan la capacidad de un hijo para ser autosuficiente, la paternidad helicóptero empieza a ser un problema, dicen algunos expertos. Esta sobreprotección física y moral implica estar en contacto permanente con ellos, algo que ha facilitado mucho el uso del móvil y además, está directamente relacionada con un elevado nivel de exigencia académica. Los padres helicóptero quieren de sus hijos lo mejor, presionan a los niños para que se esfuercen al máximo e incluso al colegio para que obtengan las mejores calificaciones, lo que conduce a un estado de estrés, des-adaptación social y ansiedad en los niños.
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Nuestra profesora Luisa Rodríguez entrevistó en su podcast INFANTOPIA a la experta en crianza positiva Michelle Rivière (@the.blooming.mama) sobre la CRIANZA POSITIVA. En palabras de Michelle,
"muchas veces como padres utilizamos estrategias de crianza que nos apoyan a cambiar comportamientos o actitudes a corto plazo, pero no estamos teniendo en cuenta lo que pasa en la vida de esos niños a largo plazo, qué estamos sembrando en esos adultos del futuro. La crianza positiva se encarga de enseñar habilidades de vida en la práctica diaria. Nos enfocamos en enseñar desde el ejemplo y a crear hábitos familiares y prácticas que siembren en los niños esas habilidades y valores que queremos ver en ellos más adelante"