En English For Fun hacemos un esfuerzo para que nuestros peques sean bilingües de forma natural y divertida. Esto les da un sentido de libertad y de confianza en sí mismos que se refleja en otros aspectos del día a día. ¡Nada sienta mejor que la habilidad de poder comunicarse en dos idiomas!
En el mundo competitivo profesional contemporáneo, hablar inglés y español ya brinda más oportunidades. En el futuro está claro que desenvolverse bien en ambas lenguas será esencial. Hacer el esfuerzo para que aprendan cuando es más fácil y tienen tiempo es un regalo y una inversión en su futuro. Que no sea una asignatura pendiente cuando lleguen a adultos, como les ha pasado a tantos españoles.
Abajo las claves a conocer sobre el bilingüismo, y cuál es la mejor vía para lograrlo:
La regla fundamental de adquisición de un idioma es que el niño debe jugar con la lengua para poder desarrollar fluidez y aprender de forma natural, igual que aprende su idioma materno. Para ello debe enseñarse a través de los cinco sentidos, de manera divertida y haciendo un uso práctico del idioma.
Se necesita continuidad; busca oportunidades a lo largo del año, año tras año. Si algo funciona, sigue con ello. No vale con hacer un esfuerzo muy grande una vez, y luego dejarlo aparcado unos años, o apuntarse y desapuntarse cuando ya no es conveniente.
Empezar pronto es fundamental para que el aprendizaje del idioma sea más efectivo. Idealmente sería mejor que empezaran antes de los 5 años de edad. ¿Por qué? Su cerebro es más maleable y más receptivo a las sutilezas del uso y sonidos del idioma, y pueden aprender a reproducir la pronunciación ya que los músculos de la boca y la lengua siguen desarrollándose.
Investigaciones científicas han demostrado que crecen considerablemente las conexiones neurológicas del cerebro de los peques si se exponen a una segunda lengua. Esto fomenta su desarrollo cognitivo, no solo para el aprendizaje de idiomas, sino también en otras áreas como la flexibilidad cognitiva, la focalización de la atención, y el pensamiento crítico.
No hay nada más importante que modelar las actitudes y comportamientos que queremos que nuestros hijos repliquen. Por ello, si tú también das clases, ven que valoras hablar inglés, y que merece tu esfuerzo, ellos harán lo mismo. ¡Haz semanalmente la hora del inglés en casa!
Si quieres que tu hijo vea una película o serie, mejor que sea en inglés cuando éste sea el idioma original.
Aprender un segundo idioma debe ser divertido, no un castigo. Jamás debemos utilizar las clases de inglés como ello. Si les gustan sus clases conseguimos que disfruten hablando inglés, que se enorgullezcan de su capacidad, y que por lo tanto esten más motivados y empiezan a buscar oportunidades para utilizarlo.
Es fundamental que la persona que enseñe a tus niños maneje el idioma perfectamente. Además, debe estar cualificado para educar a niños, que necesitan el apoyo de alguien que sepa comunicarse y empatizar con ellos, que inspire simpatía y confianza, y entienda cómo aprenden los niños.
En nuestro centro los niños aprenden naturalmente y sin esfuerzo las estructuras del inglés, un amplio vocabulario, así como una correcta pronunciación, sin machacar la gramática y hacer fichas. Además, ganan en confianza y autoestima, y ¡disfrutan comunicándose en inglés!